Los síntomas del síndrome de fatiga crónica son relativamente simples de detectar ya que los efectos se hacen presentes de forma abrupta.
Sin embargo, debido a la naturaleza de sus signos, se los suele relacionar con otras enfermedades, tal como lo es el lupus.
El síntoma más importante del síndrome de fatiga crónica es cansancio permanente. Se trata de una fatiga intensa y que nada tiene que ver con otras enfermedades.
Es común también la aparición de dolor de cabeza y dolores musculares, similares a los de la gripe. Encontrarás además falta de memoria, confusión, problemas para concentrarse y sensación de cansancio, a pesar de haber dormido.
Cómo actuar ante los síntomas del síndrome de fatiga crónica
En la actualidad no existe una causa detectable para el síndrome de fatiga crónica. No obstante podemos decir que la edad, enfermedades previas, la genética, el estrés y los factores medioambientales predisponen a una persona a padecerla. En general afecta a las mujeres de más de 30 años y menores de 60.
Una vez que hayamos detectado los síntomas del síndrome de fatiga crónica será necesario recurrir a un profesional médico. Este podrá diagnosticar de forma correcta la afección y descartar cualquier otro tipo de enfermedad.
En general se buscará la presencia de infecciones, trastornos autoinmunes, tumores, problemas cardíacos y enfermedades endocrinas.
Síndrome de fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica no posee en la actualidad una cura. Sin embargo, se buscará aliviar los síntomas mediante diferentes tipos de tratamientos.
Su médico podrá prescribir terapias cognitivas, diferentes técnicas para manejar el sueño, una dieta saludable y diferentes tipos de medicamentos para reducir la molestia y el dolor.
Aprender a repartir las actividades a lo largo del día también ayudará a evitar sentirse tan cansado. Debemos prestar especial atención en aquellos días en los cuales se siente más cansado.
Otras terapias para el síndrome de fatiga crónica son la hipnosis, masajes, meditación, ejercicios de respiración y el yoga. Actualmente no es posible indicar el tiempo que durarán los tratamientos y los síntomas, en muchos casos la recuperación va desde los seis meses hasta el año de duración.