Los síntomas de la miastenia grave se originan por un trastorno muscular severo.
En los casos de miastenia grave los impulsos desde los nervios a los músculos se encuentran afectados. Encontraremos los siguientes síntomas:
- Problemas para masticar los alimentos
- Problemas para deglutir
- Problemas para respirar
- Dificultad para hablar
- Fatiga
- Ronquidos
- Pérdida de control de la cabeza (cabeza caída)
- Párpados caídos
- Visión doble
Es necesario añadir que músculos denominados autónomos, como pueden ser aquellos relacionados al sistema digestivo y el corazón no suelen verse afectados.
Qué hacer ante los síntomas de la miastenia grave
En caso de que usted detecte uno o varios síntomas de la miastenia grave deberá recurrir a un profesional médico lo antes posible. Una simple consulta permitirá despejar dudas y, en caso de ser necesario, dar paso a estudios avanzados.
En general el primer paso a realizar consiste en un examen físico que pretende comprobar el funcionamiento del sistema nervioso. La debilidad muscular y la falta de reflejos son signos de la miastenia grave.
Estudios complementarios incluyen tomografías, resonancias exámenes de conducción nerviosa y pruebas de funcionamiento pulmonar.
Tratamientos para la miastenia grave
Los tratamientos para la miastenia grave tienen por objetivo ser un paliativo a los síntomas de esta enfermedad. Esto se debe a que no existe una cura en la actualidad.
Ciertos cambios de conducta en la vida diaria podrán ayudar a continuar con sus actividades.
Intenté descansar durante el día, evite por todos los medios el estrés y el calor intenso en verano. Además, en caso de que quiera reducir los efectos de la visión doble podrá utilizar un parche en los ojos.
Existe una serie de tratamientos complementarios que dependerán de la situación del paciente. La fisioterapia suele ser recomendada en la mayoría de los casos para mantener el estado de los músculos, sobre todo aquellos relacionados a la respiración.