Los síntomas de la leucemia linfocítica aguda no pasan desapercibidos:
- Infección, de forma recurrente
- Dolor óseo
- Fiebre
- Palidez
- Erupciones en la piel
- Cansancio crónico
- Sudor frío
- Ganglios inflamados
- Inapetencia
Debemos tener en cuenta que todos estos síntomas pueden ser signos de otras enfermedades. Por lo tanto, resulta fundamental recurrir a un médico que pueda diagnosticar nuestra enfermedad de forma certera.
Cómo actuar ante los síntomas de la leucemia linfocítica aguda
Si detectamos los síntomas de forma individual o en su conjunto será necesario consultar a un profesional médico. El mismo realizará diferentes tipos de exámenes físicos en búsqueda de hematomas y ordenará la realización de diversos análisis de sangre.
Una vez diagnosticada la leucemia linfocítica aguda se puede recurrir a diferentes tipos de tratamientos. Principalmente la quimioterapia con el objetivo de combatir las células que se están desarrollando de forma acelerada.
En muchos casos es recomendable un tratamiento a través de células madres o un trasplante de médula. Los pasos a seguir dependerá de muchos factores tales como la edad, el Estado actual de la enfermedad y la salud del paciente.
Leucemia linfocítica aguda o LLA
La leucemia linfocítica aguda es también conocida mediante las siglas LLA. En muchos casos se la llama leucemia linfoblástica aguda. La misma se produce mediante el crecimiento acelerado de cierto tipo de glóbulos blancos, los mismos se conocen como linfoblastos.
Las células del cáncer se desarrollarán de forma rápida liando a sustituir todas las células de la médula ósea. De esta forma no se podrán desarrollar células sanguíneas en buen estado o sanas.
En general afecta a niños pequeños, de tres a ocho años de edad. No obstante es posible encontrarla en pacientes adultos. Este tipo de desarrollo de células malignas se detecta rápidamente a través de un análisis de sangre y, sobre todo, con niveles de hemogramas más bajos de lo normal.