Los síntomas de la hepatitis A se producen cuando el hígado se inflama debido a un virus y son los siguientes:
- Fatiga
- Picazón
- Fiebre, generalmente baja
- Náuseas
- Dolor abdominal lateral
- Vómitos
- Orina oscura, en muchos casos resulta el primer síntoma que se detecta
- Piel amarilla
- Decaimiento corporal
Todos estos síntomas se harán presentes entre 2 y 6 semanas luego de haber sido infectado por el virus de la hepatitis A. Una vez que aparecen pueden mantenerse por varios meses variando su intensidad.
Qué hacer ante los síntomas de la hepatitis A
Una vez que detectemos uno o varios de los síntomas de la hepatitis A debemos recurrir a un médico para que pueda llevar a cabo el examen físico correspondiente. Además, se cursará la realización de diferentes exámenes de sangre para medir anticuerpos y enzimas hepáticas.
En caso de confirmarse la existencia de la hepatitis A sólo se pueden seguir ciertas recomendaciones como paliativo a los síntomas descritos anteriormente. Esto sucede debido a que no existe un tratamiento que cure la enfermedad.
Se recomendará entonces guardar reposo cuando los síntomas alcancen un nivel intenso para el paciente. Además es recomendable no consumir alcohol ni ningún tipo de droga (se desaconseja también el uso de paracetamol). Finalmente, debe evitar ingerir comidas con alto índice de materia grasa.
El virus desaparecerán del cuerpo luego de algún tiempo y los síntomas entre 3 y 6 meses después del contagio.
Más datos sobre los síntomas de la hepatitis A
En general, la hepatitis A no se considera mortal. No obstante, los ancianos y aquellas personas que poseen otros tipos de enfermedades hepáticas pueden verse realmente afectada y con un bajo riesgo de muerte.
El virus de la hepatitis A puede ser contraído tanto por adultos como por niños. Por lo tanto, se recomienda mantener la higiene del hogar y de los alimentos que se van a ingerir para evitar su propagación.