En este caso hablaremos de los síntomas de la gripe «convencional» A y B, lo cual no comprende la gripe H1N1 o gripe porcina.
Esta afección es provocada por el virus de la influenza A y B que aqueja a la mayoría de las personas, generalmente, solo una vez al año.
El síntoma de la gripe más común es la fiebre alta sobre todo en los menores de edad, entre 39º y 41º grados. Para un adulto puede hacerse presente una temperatura ligeramente inferior.
A la fiebre debemos añadir otros síntomas tales como: escalofríos, dolor corporal, mareos, nauseas, vómitos, dolor de cabeza y decaimiento.
El periodo de incubación va desde 1 a 7 días y los síntomas pueden aparecer antes de que se cumpla este periodo.
Qué debo hacer sí tengo los síntomas de la gripe
En caso de presentar los síntomas de la gripe, como con cualquier cuadro médico, es buena idea recurrir a un médico para un diagnostico acertado de nuestra afección. Se administra paracetamos e ibuprofeno en comprimidos.
En algunos casos resulta necesario que se administre algún tipo de antiviral para personas en grupos de riesgo (niños menores a 2 años y ancianos).
Se debe evitar ingerir ácido acetilsalicílico, comúnmente conocido como aspirina. En caso de presentar dolor de garganta se puede recurrir a la utilización de aerosoles de venta libre que no estén contraíndicados.
Historia de la influenza o gripe A y B
Debemos diferenciar los síntomas de la gripe de aquellos originados por un simple refriado. En general son muy similares, sin embargo este último puede afectarnos varias veces en un mismo año.
Los síntomas de la gripe fueron descriptos por primera vez hace casi 2400 años por Hipócrates. Además, en los últimos 500 años han surgido en todo el mundo unas 31 pandemias causadas por variantes de la cepa original.
Con los datos aquí presentados podremos determinar sí padecemos los síntomas de la gripe, sin embargo siempre debemos consultar a un médico que diagnostique la afección.