Los síntomas de la Gota se presentan en primer lugar en el dedo gordo del pie.
Se trata de un dolor intenso, hinchazón y calor.
A estos debemos añadirle generalmente una gran rigidez en la articulación y enrojecimiento de la zona.
Existen otras zonas que se pueden ver afectadas por la Gota:
Estas son los tobillos, los talones, rodillas, dedos de la mano, codos, muñecas, y las plantas de los pies.
Qué debo hacer si poseo los síntomas de la Gota
Es normal que la aparición de la enfermedad se de por la noche y despierte al afectado. Este, en primer lugar, sentirá un fuerte dolor en el dedo gordo que llegará a despertarlo.
En caso de presentar los síntomas de la Gota es necesario debemos plantearnos visitar a un médico en la brevedad.
Existen otras enfermedades o afecciones que pueden confundirse con la Gota, aunque la reiteración de los síntomas nombrados suele confirmar la enfermedad.
El médico podrá confirmar la existencia de la enfermedad mediante la realización de diferentes estudios. Su diagnóstico puede ser dificultoso y confundirse con la pseudogota, de síntomas parecidos.
La Gota es originada por el exceso de ácido úrico, mientras que la pseudogota lo hace por el fosfato de calcio.
Historia de la Gota
La Gota existe entre los humanos desde tiempos remotos. Uno de los primeros registros donde se nombran sus síntomas data del año 1500 a.C., en el llamado Papiro de Ebers (antiguo Egipto).
Grandes personalidades de la historia han sufrido de gota a lo largo de los años. Generalmente hace su aparición antes de los 30 años de edad, aunque los síntomas de la Gota pueden presentarse de forma posterior.